miércoles, 6 de septiembre de 2023

Algunas consideraciones acerca del aprendizaje de la lectura.

 "El proceso de aprendizaje de la lectura varía según la granularidad y la transparencia de una lengua. Cuando más transparente es una lengua, más fácil es el aprendizaje.", (Stanislas Dehaene, 2015).

Con respecto al concepto de granularidad, aquí nos referimos al tamaño de los elementos del lenguaje escrito. Nuestra escritura se organiza en el alfabeto. En español, cada letra o grupo de letras que llamamos "grafema", corresponde a un fonema de la lengua hablada. En cambio, la escritura china suele trazar palabras enteras utilizando un solo símbolo, a veces con el agregado de un indicador fónico y el hiragana japonés representa una sílaba. En el lenguaje español, necesitamos menos elementos para construir palabras, que a su vez, formarán las frases. Nuestro alfabeto contiene menos elementos que el chino mandarín o el japonés, pues con las letras del abecedario ya podemos construir todas las palabras.

En cuanto a la transparencia de una lengua, ésta se refiere a la regularidad de la relación entre los grafemas y los fonemas del habla. Lo ideal sería que cada fonema se correspondiese con una sola letra del alfabeto, así, para saber leer sería suficiente conocer el sonido de cada letra. En español, casi la totalidad de las palabras de la lengua puede leerse convirtiendo los grafemas en fonemas, en cambio, en otras lenguas, esta correspondencia  no siempre es regular y hasta puede ser totalmente impredecible.

La ortografía del español presenta algunas dificultades. 

- Ciertos fonemas son representados no por una sola letra, sino por una serie de letras; por ejemplo, los dígrafos "ch", "ll", "rr". Técnicamente, los llamamos "grafemas complejos".

- Algunos grafemas pueden pronunciarse de maneras distintas según los contextos en que aparezcan: "gato" y "genio", "rey" y "yo"...

- Morfemas: ciertas series de letras dentro de las palabras corresponden a elementos de sentido tales como las raíces de las palabras, los prefijos, los sufijos y las terminaciones gramaticales. En la lectura, el reconocimiento de morfemas ayuda a identificar el significado de las palabras y a establecer relaciones entre palabras que están emparentadas y por eso también comparten algún tramo de su representación gráfica. Por ejemplo, "re" de "recaer", de "redirigir". Los morfemas aportan indicios sobre la raíz de las palabras, sobre su sentido y su forma gramatical."

Veasé con más detalle en Características del sistema fonológico español.